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UNA VISIÓN GLOBAL
Jesús María Colmenares
En el Hipódromo todo el mundo se queja, los propietarios alegan que pierden fortunas, las autoridades hípicas dicen que el hipódromo está quebrado, los sindicatos no están contentos con sus contratos colectivos; todos se culpan unos a otros. Los propietarios dicen que los culpables son el gobierno y los sindicatos, el gobierno dice que son los propietarios y sindicatos, los sindicatos echan la culpa a los propietarios y al gobierno. Mientras tanto, el centro electrónico colapsa y la jugada ilegal crece en proporción geométrica. ¿Qué pasa realmente? ¿Por qué el hipódromo está quebrado? ¿Por qué pierden los propietarios? ¿Por qué todos ganan menos cada día? ¿De quién es la culpa? ¿Por qué la jugada ilegal?. Las respuestas son simples. Hay una sola realidad. Todos tienen razón y todos tienen la culpa. Los propietarios pierden, el hipódromo está quebrado, los sindicatos pudieran tener más reivindicaciones sociales, los apostadores pudieran ganar más y la jugada ilegal pudiera bajar. Hoy en día el único grupo que gana realmente con la jugada semanal es la Banca Suiza. La Banca Suiza no tiene que hacer deducciones sobre las apuestas que reciben, no tienen que repartir con el gobierno o asignar un monto al pote de los propietarios o a Autotote o al INH. Todo es para ellos. Sin embargo, nadie hace nada para que esto sea diferente, simplemente porque el dinero no es de ellos, y los que apuestan sólo están interesados en jugar con quien les proporcione el mejor retorno por su jugada. La consigna parece ser "saquemos el pedazo más grande de la menor cantidad posible". Por el camino que vamos en unos años jugar en las taquillas del hipódromo va a ser una locura ya que todos los días los dividendos bajan cada vez más debido a las deducciones que se le hacen al dinero apostado. Si tomamos unos minutos para leer la tabla anexa donde están reflejados los porcentajes de las deducciones que son aplicadas a la jugada bruta en más de 50 hipódromos diferentes en Estados Unidos y las comparamos con su equivalente en Venezuela, hay que ser ciego para no darse cuenta de que el gobierno, el INH y los propietarios básicamente trabajan para la Banca Suiza. Todos los años se reúnen a planear como hacer para montar un espectáculo que les permita quitarle más a aquellos que quieren jugar legalmente. Quieren estar seguros de darle más margen de ganancia a la Banca Suiza de manera que esta les ofrezca más a los apostadores con menos esfuerzo cada vez. Es difícil de creer que esto no lo hacen a propósito, pero el resultado final es que lo hacen. Los últimos números referentes a la jugada que se pueden tomar como referencia son los del año 1997. Ahí nos podemos dar cuenta de la realidad del problema. Por cada Bs. 100 que se jugaron legalmente en los hipódromos en Venezuela, se dedujeron en promedio las siguientes cantidades 30.24 % para el INH, 15.93 % para los propietarios, 6.06 % para el I.S.L.R., 3.48% para comisiones a los centros hípicos y 0.88% para Autotote. ¿Para el jugador? el resto, 42.41%. Un total en deducciones del 57.59%. Esto quiere decir que si por ejemplo tenemos una carrera con 10 caballos y se jugaran un total Bs. 10.000 en la carrera, con un ticket de Bs. 1.000 a cada caballo, e hipotéticamente solo se fuera a para a aquel jugador con el boleto al caballo ganador, éste cobraría hoy en Venezuela en las taquillas del hipódromo y centros hípicos la cantidad de Bs. 4.241, el INH recibiría Bs. 3.024 sobre el monto total apostado en esa carrera, los propietarios Bs. 1.593, el I.S.L.R. Bs. 606, etc. Ahora, si ese boleto hubiese sido jugado bajo las reglas que rigen la jugada en Belmont Park (NYRA) el jugador con el boleto ganador hubiese recibido Bs. 7,800 y este hipódromo hubiera retenido Bs. 2.200. De estos Bs. 2.200, propietarios, I.S.L.R., Autotote y todos aquellos con derecho a percibir ingresos sobre el monto de la jugada recibirían su parte. En Keeneland se le hubiera pagado al jugador con el boleto ganador Bs. 8,120 los demás se repartirían Bs. 1,880. La diferencia es astronómica. Ahora, apostando esos mismos Bs. 10.000 ilegalmente con la Banca Suiza, esta le proporcionaría al jugador con el boleto ganador el dividendo de Bs. 4.441, o lo que es lo mismo, Bs. 200 más de lo que el hipódromo paga, lo cual le dejaría un margen de ganancia de Bs. 5.559 al banquero sin necesidad de repartir con nadie. Si ellos tuvieran que pagar Bs. 200 más de lo que Belmont Park paga, su margen de ganancia se reduciría a Bs. 2000 o a 1.670 si tuvieran que pagar Bs. 200 más que Keeneland. Esta cifra significa un margen de ganancia que es mucho menor, el cual los pondría en la posición de que si pierden dos o tres veces seguidas lo más probable es que quiebren. Pero con los márgenes que tienen actualmente se están dando el lujo de hasta dar un 15 % de descuento a aquellos apostadores que juegan ilegalmente cifras grandes y pierden. ¡ Que gran diferencia hacen Bs. 200 ¡ Además, como están las cosas hoy en día, si solo hubiese un total de Bs. 10.000 a apostar en una carrera, posiblemente Bs. 6.000 o Bs. 7.000 se jugarían ilegalmente con la Banca Suiza y legalmente en las taquillas del hipódromo y los centros hípicos solo Bs. 3.000 o Bs. 4.000, lo cual dejaría aproximadamente un beneficio de Bs. 1.700 para repartir entre todos aquellos que reciben fondos de las deducciones sobre la jugada legal, mientras que la Banca Suiza se ganaría más de tres veces ese monto, sin tener que repartir con nadie. En otras palabras como se dice en criollo "cachicamo trabaja pa' lapa", en este caso el cachicamo representa al gobierno, al INH quien monta el espectáculo, los propietarios que compran caballos y los mantienen y a todos aquellos que se ven afectados por la fuga de ingresos hacia "la lapa", que representa a la Banca Suiza. Todos están cegados por los porcentajes, piensan que mientras más grandes los porcentajes que reciban, mejor, aunque el monto bruto sea menor y disminuya todos los días, eso al parecer no es importante. En los últimos años se ha hablado de combatir la Banca Suiza de muchas formas, se ha sugerido prohibir las transmisiones de las carreras, se han hecho redadas de todo tipo, se ha utilizado vigilancia policial, etc. Lo último fue el utilizar Bs. 125.000.000 que estaban en caja en el INH provenientes de boletos no cobrados y cuadros del 5 y 6 no cobrados ya caducados, para crear el "premio sorpresa", lo que trajo como consecuencia el colapso del totalizador. Todas estas medidas han sido sugeridas o implementadas seguramente con buenas intenciones, pero este remedio es para otra enfermedad. ¿Cómo van a tratar de forzar al apostador a que gane menos jugando en el hipódromo?. Ellos no son gafos. ¿Qué les ofrece el hipódromo que no les ofrezca la Banca Suiza?. Lo que hay que remediar y buscar frenar es la fuga de dinero hacia la jugada ilícita y la única manera es estrangulando económicamente a aquellos que sirven de banqueros. Mientras mayor sea la jugada dentro del hipódromo, mayor es el beneficio de todos. Para poderlos estrangular hay que ponerlos contra la pared y en una posición donde su margen de ganancia sea menor cada vez y su riesgo de perder mayor y la única manera de hacerlo es pagar más al apostador y atraer su dinero hacia el hipódromo. Para poder hacer esto hay que reducir los porcentajes que actualmente se deducen de la jugada bruta y así aumentar lo que se le devuelve al apostador en forma de dividendos, de manera que éste prefiera apostar legalmente y tener el chance de al menos ganar lo mismo. Hay que devolverle la confianza. Hay que hacer una sola deducción que se encuentre dentro de los parámetros de esta tabla y de ahí repartir, pero el objetivo debe ser aumentar la jugada legal tanto como sea posible y no ingeniárselas para ver quien puede morder el porcentaje más grande del monto más pequeño. El problema radica en el hecho de que nadie quiere soltar un hueso mínimo y que tal vez no existe. Todos le quieren sacarle el tuétano y a pesar de que el hueso se está pudriendo, igual se lo quieren comer podrido. La gente del I.S.L.R. seguramente sólo piensa en su 6.96 % de la jugada bruta ahora, ya no mañana, no proveniente de quien gane sino de quien juegue, y para ello se han conformado con migajas. En Estados Unidos, país en el cual va gente a la cárcel todos los días por evadir impuestos como fue el caso Al Capone y John Gotti, por supuesto que el IRS está como un buitre en todos los hipódromos con ventanillas especiales donde se cobran impuesto sobre la jugada y no el 6.96% sino el 33%, pero se le cobra solo a aquel que gana más de 200 veces lo que apostó, se le hace llenar una planilla e inmediatamente se le deduce este porcentaje, al que pierde no se le quita nada. Esto lo saben casi todos los miembros del Directorio del INH, al igual que muchos propietarios y criadores, ya que casi todos han viajado al norte y han jugado y tal vez ganado. En casi todos los países del mundo que montan carreras de caballos, los premios que reciben los propietarios tampoco vienen en su mayoría del monto de la jugada sino de contratos que los hipódromos firman con empresas particulares para promocionar eventos como es el caso de VISA, que pone $5.000.000 como premio al caballo que gane las tres carreras de la Triple Corona en los Estados Unidos, a cambio de tener la exclusividad de ser la única tarjeta de crédito que puede ser aceptada dentro de los ámbitos de Churchill Downs, Pímlico y Belmont que son los hipódromos que montan estas competencias o EVER READY, quien financió el Derby de Epsom en Inglaterra por muchos años a cambio de tener una valla en la llegada de manera que pueda ser vista en todo el mundo, además de tener la carrera en los archivos histórico reseñada como EVER READY Epsom Derby o la cadena hotelera CIGA, que financia el Prix de L'Arc de Triomphe en Longchamps, Francia. Los hipódromos además garantizan contratos exclusivos al mejor postor para la transmisión de carreras por emisoras de radio y cadenas de televisión. Nada de esto es gratis ni debería ser gratis. Todos los que usen el hipódromo y el espectáculo para beneficiarse económicamente tienen que contribuir. Lo que pasa es que para el INH ha sido mucho más cómodo decir "que importa, eso es mucho trabajo, que paguen los premios los tontos que vienen a apostar su dinero con nosotros", en vez de buscar y negociar contratos que vayan en beneficios de todos incluyendo apostadores. Los mismos hipódromos en otros países ayudan a recabar fondos para sus pagos administrativos con ingresos provenientes de cargos por estacionamientos, entradas, concesiones, ventas de programas, ventas de mercancías, videos, puestos en las tribunas, palcos e ingresos de cualquier fuente que pueda producirlos, pero lo último que quieren tocar es la jugada, ellos saben que mientras más porcentaje quiten más abren las puertas a la jugada ilegal y esto los mataría como está matando al hipódromo en Venezuela. Venezuela está en crisis, todos los organismos gubernamentales pregonan estar en quiebra, todas las Industrias, todas las empresas, todo el mundo se queja. Cada quien que se desenvuelva en un ramo y quiera que ese ramo siga con vida tiene que hacer algo para beneficiarlo. Hay que aprender y copiar de los que han tenido éxito. No podemos imitar y seguir las normas perdedoras que no han dado ningún resultado. Si el negocio en el cual estamos es el Turismo, tenemos que volver los ojos a países que han desarrollado exitosamente esta industria como España, Francia, etc. Si el negocio es tecnología, tenemos que aprender de Japón y tratar de imitar y copiar las medidas que los llevaron al éxito; si queremos exportar, tenemos que seguir el ejemplo de Taiwan o China. Pero si hablamos del negocio de los caballos, ningún país lo ha hecho más productivo que los Estados Unidos. Todos debemos aprender, aceptar y actuar con responsabilidad así estemos en posiciones de dirigentes, presidentes de organismos, periodistas o simplemente espectadores. Cada uno debe poner su granito de arena. Hoy en día se habla y se marcha hacia cambios profundo en nuestro país, cambios que llegan hasta la Constitución Nacional. Si es posible pensar en eso, ¿Cómo no va a ser posible pensar en reestructurar un sistema de apuestas que ha resultado tan dañino como el que ha sido establecido por el INH?. Ha llegado el momento de que en realidad se hagan cambios profundos a todos los niveles, cambios que traigan resultados positivos y mejoras; cambios que lleven una lógica y tengan un propósito. Todos debemos formar parte de este cambio: gobierno, propietarios, INH, sindicatos, apostadores, periodistas y fanáticos. O tal vez sea que no podemos poner el negocio a caminar, si ese es el caso es mejor cerrar y que todo el mundo cambie de ramo. El gobierno no puede seguir subsidiando "un cachicamo" para que "una lapa" se lleve todos los beneficios.
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